Óbidos: la ciudadela portuguesa
Con cerca de 12000 habitantes, en esta pequeña villa de Portugal fundada en 1195 se rezuma historia por los cuatro costados: su imponente castillo y las murallas que rodean toda la ciudad te envuelven en una atmósfera mágica que te transporta a través del tiempo a la época medieval. Y es que Óbidos, es de esos pueblos que a pesar de recorrer en poco tiempo te dejan huella en la memoria ¿te vienes a descubrirlo conmigo?
Llegar a esta pequeño rincón del centro de Portugal es bastante fácil desde Lisboa: a poco más de 80 km de la capital, esta joya escondida merece una visita obligatoria. Nosotros optamos por el autobús, para nosotros la mejor opción ya que es el medio de transporte más cómodo y económico, poco más de una hora de trayecto y menos de 20 euros i/v . Más información sobre cómo llegar al final del post poner un icono de flecha para abajo.
Qué ver y hacer en Óbidos
1. Nada más bajarte del autobús (o del parking si vienes en coche) una escalerita empredrada te dirije hacia las puertas de esta villa, donde al atravesarlas ya te quedas patidifuso con la “Porta da Vila“ la antigua puerta principal de acceso a Óbidos decorada con azulejos tradicionales del siglo XVII, azules y blancos que representan la Pasión de Cristo. Si levantas la cabeza, los azulejos siguen inundando el techo como una enredadera en lo que sería una representación de la corona de espinas.
🔍 Curiosidad. ¿Sabías que dentro de esta puerta se encuentra un santuario? Se trata del “Santuario de Nossa Senhora da Piedade”, la patrona de la villa de Óbidos.
2. Las callejuelas de Óbidos, donde el color azul ultramar y el amarillo huevo resaltan en las paredes blancas de las casas, convergen en una vía principal: la “Rua Direita“ una calle que te llevará directamente hacia el castillo. Esta pintoresca vía de origen medieval te permite disfrutar de un montón de casas convertidas en tiendecitas y bares que ofrecen productos tradicionales de la zona.
3. Si abres bien los ojos, no tardaras en encontrar una original y preciosa librería que alberga infinidad de libros distribuidos en cajas de verdura de esas de madera antiguas. Entenderás todo al llegar al fondo de la librería, puesto que una especie de mercado de frutas y verduras te esperan para ser degustadas (y compradas ¡claro está!).
4. No puedes perderte una pequeña tienda llamada “Casa romântica“, un lugar donde la imaginación da lugar a algunas de las creaciones portuguesas más originales que he visto hasta ahora. Artistas locales y de todo Portugal muestran en esta pequeña tienda de nombre encantador, sus pequeñas obras de arte en forma de ilustraciones, lámparas, joyas o bolsos.
Sin duda un espacio que recomiendo a todos los que paséis por allí, lleno de magia y amabilidad (el señor de la tienda era realmente de esas personas que te transmiten buen rollo). Además, no se podían sacar fotos en el interior, así que no te quedará otro remedio que entrar y comprobarlo con tus propios ojos.
5. Sin lugar a dudas, no puedes perderte este lugar: “Capinha d´Óbidos“ el mejor sitio de choripanes del mundo mundial. La ciudad de la ginjinha ofrece un sin fin de opciones gastronómicas que no te puedes perder pero para nosotros el mayor descubrimiento fue la pequeña cafetería/restaurante/pastelería de la que salían un montón de personas con servilletas amarillas que ocultaban en su interior un “pão con chouriço” o lo que es lo mismo, un choripan!!
Y qué choripán… el más rico que he comido en mi vida! No sólo por el sabor sino porque veías como unos cuantos panaderos amasaban la masa y la cocinaban en el horno de leña delante de tus ojos, dejando que ese olorcito tan rico se metiera en tus fosas nasales hasta perder el control (vale, quizás exagero, pero de verdad que se lo recomiendo a todo el mundo, tanto es así, que antes de irnos nos compramos otro).
6. Por supuesto el recorrido de esta calle está lleno de bares que te ofrecen “Ginja“ y no es para menos, la región de Óbidos tiene fama por este licor de guindas que se realiza macerando cerezas Morello en aguardiente: una bebida dulce y fuerte que no puedes dejar de paladear si vas a esta ciudad (en muchos bares te la ponen en un chupito de chocolate ¿a que te apetece aún más la idea?).
Poco antes de llegar al Castillo y por esta misma calle (y en frente del bar de los choripanes, dato importante) puedes encontrar a tu derecha la Iglesia de Santa María, conocida por ser el lugar donde el Rey Afoso V se casó con su prometida y prima Isabel cuando tenían 10 y 8 años respectivamente!!!
Levantada durante el siglo XII durante la conquista cristiana por parte del Rey Afonso Henriques, se construyó en el lugar donde se hallaba una antigua mezquita. Actualmente quedan muy pocos restos de la iglesia original debido al terremoto que sufrió la región en 1535.
8. Una de las cosas curiosas que se encuentran en frente de la iglesia es una picota de piedra: el “Pelourinho de Obidos“. Un regalo ofrecido a los pescadores de la ciudad por la Reina Leonor por recuperar el cuerpo de su hijo Afonso tras su muerte a orillas del Tejo en 1491.
En la época se utilizaba para colgar a los criminales desnudos y que el pueblo los pudiese humillar gritándoles o lánzandoles objetos.
🔍 ¿Sabías que…? Una picota (pelourinho en portugués) era una columna de piedra asociada a la Edad Media en la que se exponía a los criminales, con frecuencia desnudos, para que el pueblo los pudiese humillar gritándoles o lanzándoles objetos.
A pesar de lo horrible que puede parecer hay que entender el contexto histórico pues esta condena estaba considerada como “la última de las penas leves” que se le podían infligir a un delincuente.
Otra cosa es ya su uso como “aleccionamiento del pueblo” ya que a veces se utilizaban para colgar de ella las cabezas o cuerpo de los condenados y así enseñar a la gente lo que les podría pasar si incumplían la ley.
9. Una vez que llegamos a las puertas del Castillo de Óbidos entramos en el paraíso del chocolate, nuestro viaje fue programado a propósito en este día para aprovechar la fusión de este festival con la visita a la ciudad.
El interior, repleto de puestos de chocolate, te permite observar más de cerca el poderoso castillo del siglo XII, hoy convertido en un lujoso hotel no apto para todos los bolsillos. Levantado en un pequeño montículo desde donde domina toda la llanura con u imponente altura (sus paredes llegan a medir más de 13 metros) fue elegido como una de las Siete Maravillas de Portugal en 2007.
10. Si hay algo por lo que se caracteriza Óbidos es por su muralla del siglo XIV: de hecho su nombre deriva del latín “oppidum” que significa ciudadela o ciudad fortificada (datos de esos curiosos que me gustan a mí) así que al salir del castillo cogimos la primera calle a nuestra izquierda para subir a la muralla y recorrer la ciudad desde las alturas.
Las vistas son espectaculares con todos esos techos de terracota y obtienes una visión de la ciudad totalmente distinta aunque si te dan miedo las alturas es mejor que te abstengas pues el paseíto raya lo peligroso (vale, he vuelto a exagerar pero es que la calzada de piedra no es que sea muy segura y la estrechez del paseo tampoco).
🔍 ¿Sabías que…? El paseo alrededor de la muralla es de alrededor de 1,5 km por lo que tardarás un par de horas en recorrerlo si tenemos en cuenta que vas a parar a admirar las vistas y a hacer fotos, además que como te decía no se puede “correr libremente” porque en algunos tramos no está muy allá.
Además si te apetece puedes barajarte antes y no hacer todo el recorrido, ya que existen escaleras en determinados puntos de la muralla para descender a la ciudad.
11. La última parada saliendo de la ciudad es el Acueducto de Óbidos, también conocido como “acueducto de Usseira”. Construido en el siglo XVI por la Reina Catalina de Austria (una de las hijas de Juana I de Castilla, la conocida como “Juana la Loca”) para transportar el agua desde su lugar de origen en Usseira hasta la ciudad (unos 3 km) se conserva totalmente intacto al paso del tiempo y es una de las atracciones que más llaman la atención.
¿Cómo llegar?
🚌 Autobús. El mejor medio para llegar a Óbidos desde Lisboa es sin duda el autobús: cómodo, rápido y económico. Cuesta alrededor de unos 15 € ida/vuelta, lo puedes coger en Campo Grande y te deja allí en menos de hora y media.
🚂 Tren. La villa de Óbidos también tiene estación de tren pero no la aconsejo puesto que el tiempo que tarda en llegar es bastante más largo que en autobús y además la estación está lejos del casco histórico.
🚗 Coche. Si tu opción es el coche que sepas que a pesar de tardar menos en llegar (unos 45 minutos por la autovía A8, salida 15) te vas a encontrar con un sistema de peajes, llamémosle un “pelín” caro. Podrás aparcar el coche en una explanada al sur de la ciudad pero no es posible acceder con él al casco histórico.
¿Conocías este pequeño pueblo medieval? ¿Tienes alguna duda o quieres hacerme alguna sugerencia? Pues no dudes en dejarme un comentario, te contestaré encantada.
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